El Brazilian Shaper Storm (al menos en Chile…)
“Las tablas de surf brasileras son malas”, “son galletas”, "la punta es horrible". Son algunas de las afirmaciones escuchadas por varios años en Chile.
Al parecer, esas afirmaciones son cosa del pasado. Al menos tomando en consideración que más de la mitad de las tablas que llegan a Chile son fabricadas en la tierra de Medina, Ítalo y Filipinho.
Qué ha cambiado durante los últimos 5, 10, 20 años?
Gracias al desempeño de los surfistas brasileros en el WSL (ex ASP), sumado a las redes sociales y la transformación de la industria de tablas en Brasil, han aportado al rápido cambio de opiniones dentro de la escena surfera chilensis.
Tablas como Marbella (Paulo Cabral, fabricadas en Chile), TBS y Index Krown llenan el lineup de olas del litoral, en particular el primero.
Sin embargo, llama la atención la ausencia de los principales shapers brasileros: Avelino Bastos, Kareca (Shine Surfboards), Neco Carbone, Joca Secco, Ricardo Martins o Rogerio Arenque.
Lo más probable que el único motivo sea la permanente búsqueda de los surfshop locales de ganar un peso extra, una vez que el negocio de tablas históricamente se ha caracterizado por bajos márgenes. Mientras el real (BRL) siga hecho mierda, es muy difícil que los shops migren sus compras. Es demasiado tentador aprovechar un tipo de cambio favorable, aunque recientemente vuelve la ola peruana de tablas.
En todo caso, la invasión de tablas fabricadas en Brasil no se limita a tablas de shapers brasileros, sino que también se extiende a tablas “gringas” que son fabricadas en Brasil para atender al gigante mercado de surfistas que desesperadamente desean tener y mostrar el logo de Rusty, Lost, Sharpeye o DHD entre otros.
Resultado: shapers brasileros que han adaptado sus diseños en base a los diseños gringos (California/Hawaii) y a la demanda de los atletas brasucas.
Y Importa? Sí, talvez, debiera. Por más que el diseño venga en un archivo computacional, no siempre los materiales utilizados son iguales. La marca del foam o resina será la misma, pero al igual que los autos, siempre existe versiones economicas y full.
Asimismo, siendo la laminación y terminación tareas manuales (un arte), es muy difícil replicar técnicas perfeccionadas por décadas. Moraleja: Una tabla “gringa” brasuca nunca será gringa.
Qué puede hacer el surfista para informarse bien? Lo más sencillo es derechamente preguntar a las tiendas de surf, fijarse en existencia de burbujas en la laminación o cercanas al alma de mader o bien buscar sellos distintivos de muchas fábricas americanas (en el bottom de la tabla).
De lo contrario, y caso no te importe, te pasarán gato por liebre.
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Nota: En el pasado llegaron tablas de Ricardo Martins, aunque fabricadas en Uruguay (mismo lugar donde fabricaban las Pyzel que llegaban antes que Klimax empezara a fabricarlas en Peru)